viernes, 7 de marzo de 2014

Poesía Hembra de Berenice Pacheco

| | 3 comentarios
Érase una vez un mundo que quería ser creado,
un fruto que quería ser mordido,
un madero que quería ser usado.

Érase una vez,
como muchas otras,
que no existía el lugar ni la hora.

Érase una vez
que al principio era sólo la palabra,
un diminuto sonido
balbuceado en el agua;
un susurro discreto
entregado a la esfera.

Érase una vez
que mi verso
era la prolongación


de la mano de Dios.



"La mano de Dios" (NASA/JPL-Caltech/McGill)



© Berenice Pacheco Salazar (Rep. Dominicana)
© Todos los derechos reservados
©2014

3 comentarios:

Aviso

Desde el 31 de mayo de 2014, Diablos Azules se transformó en Eternidad | Inmortales del Arte y la Literatura.

Vistas de página en total

 
Twitter Facebook Dribbble Tumblr Last FM Flickr Behance